¿Qué tiene que ver la reforma eléctrica con las petroleras?
El sector energético es multidisciplinario y transversal. Un cambio en cualquier eslabón tendrá repercusiones de distinta índole e intensidad en el resto de la cadena.
Bajo ese precepto, la reforma eléctrica que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso toca no sólo a dicha industria, sino a otras más.
Por un lado llega al sector minero, al reservar por completo al Estado la exploración y extracción de litio. También, al ordenar que los órganos reguladores del sector sean absorbidos por la Secretaría de Energía (Sener), implica un impacto a la cadena de petrolíferos, de gas natural, gas LP, a transportistas, almacenistas, distribuidores, comercializadores, etcétera.
Y por el lado del sector petrolero, el que pareciera un obvio impacto al modificarse la naturaleza del regulador (la Comisión Nacional de Hidrocarburos), no es algo que les preocupe tanto a las petroleras, no. De acuerdo con Warren Levy, CEO de Jaguar Exploración y Producción, les tiene sin cuidado el hecho de que la CNH sea absorbida por la Secretaría de Energía (Sener), es más, saben que la continuidad de sus contratos está garantizada.
“Lo que nos preocupa es que mientras haya un incremento muy importante en precio, los pocos inversionistas que están dispuestos hoy a invertir en el sector de recursos naturales, y en particular petróleo y gas, es un grupo de inversionistas mucho más reducido que cinco a diez años atrás”, explica el ejecutivo en entrevista para este espacio.
Esta situación los pone a competir de una manera más agresiva por los capitales, pues “los pocos que están dispuestos a invertir tiene amplias oportunidades. Entonces, ¿qué van a medir? El retorno y el riesgo, y muchas veces cuando hablamos de riesgo no es riesgo real, sino percepción de riesgo. Si tienes un inversionistas en NY, Londres… generalmente si no son expertos en México, le van a dedicar una hora, máximo, a aprender sobre el mercado, y si las primeras tres o cuatro cosas que leen son negativas, van a pasar a mirar a otra oportunidad”, dice Levy.
Explica que es un reto no solo para Jaguar sino para todo el sector, incluido Pemex, quien se enfrenta cada vez a peores condiciones de refinanciamiento de su deuda financiera, la más grande del mundo para una empresa de su tipo con más de 105 mil millones de dólares, “en la medida que podemos contar con un ambiente poco más claro de inversión podría beneficiar a todos ya todo el sector”, agrega.
La industria petrolera está acostumbrada a asumir riesgos, pero técnicos, no políticos ni fiscales, ni mucho menos regulatorios. Aún así, con el panorama complicado, el CEO de Jaguar proyecta una inversión de 120 millones de dólares para el siguiente año, con los que esperan llevar a 40 millones de pies cúbicos diarios la producción de gas natural en los 10 bloques que poseen, todos en tierra en 2023.